martes, 22 de abril de 2008

DOLOR, DOLOR...









All you need is love
Así cantaban The Beatles cuando estaban unidos y eran felices, cuando creaban canciones memorables sin despeinarse y todo el Universo musical se recreaba en sus composiciones para inspirarse.

Sí, todo lo que necesitas es amor, pero a qué precio. Cuando se pone el alma en todo lo que se hace y no se recibe fruto alguno del esfuerzo el amor es lo que menos importa en ese momento, ¿o no? ¡Pues claro que no! Porque sabes que eso es una traición a tus principios para tratar de nublar la mente y dejar de pensar.

Y, cuando pensamos que el ser humano no podía tropezar de nuevo con la piedra de toque de la vida, sucede de nuevo, una y otra vez, como si del vídeo bucle se tratase, aquel del que tanto nos reímos. Reír, reír… y tal vez llorar o, peor aún, sentir que no puede hacerse. Porque la insensibilización está haciendo acto de presencia sin haber sido invitada previamente. Porque las arrugas del corazón no dejan pasar ya los rayos de luz que antes iluminaban las emociones y se disparaban con los besos.

Tú dámelo todo, que ya me lo administro yo, y a ti que te den en donde más duele, en esa alma que no entiende de razones y no las atiende.

Dolor profundo, tanto que se esconde y, en algún momento del día, se deja de sentir y eso no es justo, no, porque el dolor es necesario para saber valorar lo bueno que puede llegar en cualquier momento.





*Texto: bolboreta; Foto: ¡maravillosa Billie!