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Abrir el ojo por la mañana temprano y descubrir que nada es igual, que las cosas han cambiado desde el momento en que te adentraste en el mundo onírico de Morfeo. Salir a la calle y descubrir novedades en el barrio de toda la vida, en la gente que te cruzas una y otra vez por la calle, con la que cruzas miradas que, de normal inexpresivas, se han vuelto banales. Es tu hora, y es el momento de cambiar las cosas. ¡Ánimo! Aún estás a tiempo de cargas esas miradas de significados variopintos, de darle un impulso a tu caminar que te eleve por encima de los árboles, que te deje otear el bosque de una vez por todas.
Todos tenemos algo de vouyeures, no lo podemos negar. Así que... si ya somos así no debemos desaprovechar la oportunidades que nos brinda la curiosidad. Dejemos la mente abierta, que todo pueda entrar en ella. Empapémonos como si una esponja fuésemos. Y reflexionemos.
* Texto y fotografía (serie Pupilas): bolboreta.